Top videos
Llegó San Patricio, la fiesta más esperada por muchos, sobretodo por Marco, el inmaduro y bromista novio de Ebony, una sensual y hermosa mujer morena de curvas despampanantes y enormes tetas, mismas tetas que serían besadas y chupadas por un inesperado visitante.
Terminando la fiesta de San Patricio, Marco quería seguir festejando y ya estaba incomodándo a los demás, por el contrario de Ebony quien ya quería irse a casa, sin esperarlo ella se fué de la fiesta y Marco la siguió, no sin antes llevarse un pequeño recuerdo, una olla verde con monedas dentro.
Una vez en casa, la sensual Ebony notó que la olla tenía algo mágico y de ahí salió un pequeño duende tatuado y vergón. La putita no resistió sus ganas y acabó chupando esa tremenda verga del duende.
En esta imperdible Inkapillada veremos a Angélica, una dulce pero sensual charapa que nos deleitará la vista con sus ardientes curvas, sus sensuales piernas gruesas y sus lindas tetitas que modelaba sin sujetador mientras paseaba por las calles de Lima. Esta sexy jovencita de 22 años caminaba por las calles de Barranco tranquilamente y con un semblante levemente triste debido a que aun no había tenido éxito encontrando trabajo en Lima.
Es cuando se le acerca un sujeto persuasivo y con buen desempeño en el convencimiento, el hombre le ofrecerá un trato con un final por demás indecente.
Bajo el engaño de contratarla para trabajar limpiando y ordenando la casa, se llevan a la dulce charapa a un espacio más privado. Ya en casa las insinuaciones subieron de nivel, al punto de proponerle quitarse algunas prendas y de ponerse coqueta a cambio de un buen premio y ¿A quién no le vienen bien algo de ingreso extra?
La atrevida y lanzada charapa termina aceptando y sacando a relucir su lado más candente, coqueteando como una buena putita a la cámara. Terminando en el sexo más delicioso , No te puedes perder esta Inkapillada con la talentosa Angélica.
El famoso Bar de Dayanita es el lugar ideal para relajarse tras un día de trabajo, donde muchos se reúnen para disfrutar de batidos y, a veces, para prolongar su estadía más de lo planeado. Dayanita, la dueña, es conocida por su carácter firme y su habilidad para mantener el orden, mientras que su amiga, nueva en el negocio, se enfrenta a situaciones inesperadas y clientes poco educados que la incomodan.
Un día, en medio de su inexperiencia, la amiga de Dayanita derrama accidentalmente agua sobre su propia ropa. Sin embargo, en el mundo del bar, esto tiene un significado diferente: para ganarse una buena propina, debe "secar" el derrame, pero en un contexto que es poco apropiado. Esto implica actuar a escondidas de Dayanita, lo que añade una capa de tensión y travesura a la situación.
Mientras se siente atrapada entre la necesidad de hacer su trabajo y el deseo de evitar problemas con su amiga, la joven se da cuenta de la complejidad del entorno en el que ha decidido trabajar. Lo que empezó como un simple error se convierte en un dilema moral, en un bar donde las reglas son difusas y la diversión puede ocultar riesgos inesperados. El evento, aunque desafiante, marca un punto de inflexión para ella en su aprendizaje sobre la vida y el trabajo en el bar.
Jessica Osorio se levantó temprano, decidida a preparar el desayuno antes de que su compañero de apartamento despertara. La cocina pequeña del apartamento en Bogotá siempre tenía un aire cálido. Justo cuando sacaba los huevos y el pan, escuchó pasos detrás de ella. Era Sebastián, su roomate, un hombre atlético y lleno de tatuajes que, a pesar de su apariencia ruda, siempre tenía una sonrisa despreocupada. "¿Te ayudo?", preguntó él con una voz grave, acercándose demasiado. Jessica, intentando mantener la compostura, asintió y le hizo un espacio en la estrecha encimera.
A medida que cocinaban juntos, la distancia entre sus cuerpos se volvía cada vez más reducida. Sus manos se rozaban mientras él alcanzaba los platos, y el calor que desprendía su cuerpo era innegable. Jessica sentía cómo su corazón comenzaba a acelerarse, y cada vez que sus cuerpos se encontraban, parecía que el aire se volvía más denso. Él la miraba con un deseo que la desconcertaba y, cuando sus cuerpos se tocaron nuevamente al pasarle una taza, ella no pudo evitar sonrojarse. "Perdón", murmuró, pero Sebastián solo sonrió, acercándose un poco más, su pecho casi rozando la espalda de Jessica.
Ya no había pretextos para moverse. En un impulso, Sebastián la tomó suavemente por la cintura frotándose contra ellal. Sin mediar palabras, sus labios se encontraron en un beso apasionado, lleno de esa tensión que ambos habían contenido por tanto tiempo. La cocina, el desayuno y todo lo demás desaparecieron en ese instante, y solo quedaron ellos dos, perdidos en la intensidad del momento, besándose el sexo el uno al otro.
Reynell, un joven lleno de curiosidad por el mundo y con una pasión creciente por el idioma ruso, había decidido emprender un nuevo desafío en su vida, aprender ruso y, eventualmente, viajar a Rusia. Estaba fascinado no solo por la cultura, sino también por las mujeres rusas, cuya belleza y sensualidad lo tenían completamente cautivado. Tras buscar durante semanas, finalmente encontró a una profesora ideal para sus clases privadas: Emily, una rubia de buenos atributos físicos, sensual y coqueta, con años de experiencia enseñando el idioma. Todo parecía alinearse perfectamente, y con determinación, Reynell se inscribió para comenzar sus lecciones.
El día que Reynell fue a casa de Emily para su primera clase privada, algo más allá del simple aprendizaje comenzó a desarrollarse. Mientras repasaban las complejidades de la pronunciación rusa, la atmósfera se volvió densa y cargada de una energía que ninguno de los dos podía ignorar. La cercanía física al revisar las frases, los pequeños roces de manos al pasar las hojas del libro, y las miradas que se prolongaban más de lo necesario crearon una sensación que los envolvía en un espacio más íntimo de lo esperado.
Cuando la clase estaba por terminar, el ambiente ya no podía sostener más esa tensión. Con el pretexto de revisar una frase más de cerca, ambos se acercaron y en un instante, sus labios se encontraron en un beso que parecía inevitable. Lo que había comenzado como una simple lección de ruso se había transformado en carias, besos y el fuerte deseo de ir quitándose la ropa. Cuando Reynell terminó desnudándose ante la rusa, no dudó en besar entre las piernas de la rubia, aumentando más las ganas que ambos tenían de terminar cogiendo en el sofá.
Lisa y su esposo Carlos, un hombre protector y muy celoso, esperaban en la sala cuando su hijastra, Valeria, llegó a casa con su nuevo novio, Andrés, un joven universitario que había conocido en la facultad. Carlos no pudo evitar sentir una inquietud desde el momento en que el chico cruzó la puerta, a pesar de que Andrés parecía educado. Un mal presentimiento comenzó a crecer en la mente de Carlos, aunque no podía señalar nada concreto.
Después de estudiar en el comedor, Valeria y Andrés subieron a la habitación de ella con la excusa de estudiar para un examen. Carlos, incapaz de relajarse, se quedó en la sala conversando con su esposa Lisa , pero en realidad sus oídos estaban atentos a cualquier sonido proveniente del piso superior. Lisa, al notar la tensión de su esposo, trató de tranquilizarlo, recordándole que Valeria era una chica de casa. Pero Carlos no podía evitar imaginar lo que podría estar pasando a puertas cerradas.
Arriba, en la habitación de Valeria, la atmósfera había cambiado. El estudio pronto fue desplazado por la proximidad física entre los dos jóvenes, las risas suaves se tornaron en miradas intensas y cercanía. El deseo entre ellos era creciente, los besos no tardaron en presentarse mientras ambos se iban quitando la ropa, desnudándose hasta terminar con la joven universitaria dando brinquitos sobre la erección de su novio.
Vivian Lola es una putita Brasilera que empezó a trabajar como repartidora de pizza. Para uno de sus primeros pedidos tuvo que entregar una pizza a la Mansion Inka. Pero al llegar paso algo muy inesperado.
Le recibieron siete machos que se les notaba el grueso bulto por encima del pantalón. Ellos al abrir la pizza se percataron de que estaba vacía, y todavía había tardado demasiado en llegar.
A los hombres dentro de la habitación se les empezó a parar su larga herramienta, buscando hacer un trato con la puta brasilera.
La rubia resbalosa de piel blanca, para compensar lo sucedido no tuvo más opción que juguetear con las venosas vergas de esos fornidos hombres. Ellos no dudaron en disfrutarlo y se la metieron por todos los huecos que podría tener la pobre putita. Vivian Lola no tuvo más opción que esperar que la rellenen hasta el cansancio.
El técnico de internet llegó puntualmente a la casa de Mariana y Henry para arreglar el Wi-Fi, que llevaba días fallando. Al abrirle la puerta, Mariana lo recibió con una sonrisa, notando de inmediato lo guapo que era. Mientras Henry, ajeno a la situación, estaba concentrado en sus videojuegos en la habitación, Mariana no podía evitar sentirse atraída por el técnico. Vestía unos shorts cortos que dejaban al descubierto sus piernas, y con cada paso que daba mientras el técnico trabajaba, sus coqueteos sutiles aumentaban la tensión en el ambiente. Ella pasaba cerca, fingiendo observar el trabajo, pero en realidad buscando llamar su atención.
El técnico se concentraba en la reparación, pero no era inmune a los encantos de Mariana. Cada vez que ella se acercaba, podía sentir la energía entre ellos intensificarse. Sus miradas se cruzaban ocasionalmente, y aunque ambos parecían mantenerse en su papel, la tensión sensual se volvía más evidente con el paso de los minutos. Henry seguía absorto en su juego, ajeno a la sutil danza que ocurría entre Mariana y el técnico, mientras ella continuaba paseándose por la casa, aumentando el coqueteo sin decir una palabra explícita.
Cuando el técnico terminó el trabajo y estaba a punto de irse, le pidió a Mariana si podía usar el baño antes de marcharse. Ella, con una sonrisa astuta, vio en esa solicitud una oportunidad. Mientras él estaba en el baño, Mariana lo siguió y, aprovechando el momento de privacidad, lo sorprendió al acercarse rápidamente. Sin decir nada, se inclinó hacia él y lo besó, como si toda la tensión acumulada en el aire durante su visita se hubiera liberado de golpe. El técnico, sorprendido pero igualmente atraído, correspondió al beso, incluso dándole algo más, la mejor follada de su vida, sabiendo que ese trabajo de reparación había terminado de una manera mucho más inesperada de lo que imaginaba.
Anto Luli, una mujer argentina casada, estaba en una situación complicada. Necesitaba efectivo urgente, y aunque le costaba admitirlo, tuvo que pedírselo a Ruso, un peruano que conocía desde hace tiempo. Él, con una sonrisa ladeada, aceptó prestarle el dinero, pero a cambio le propuso algo inesperado: besos.
Al principio, Anto quedó en shock, pero la presión de la necesidad y la atracción oculta que sentía hacia Ruso la llevaron a aceptar. El primer beso fue suave, casi inocente, pero la chispa entre ellos comenzó a crecer. El contacto de sus labios encendió una tensión que ambos habían reprimido por mucho tiempo.
Con el ambiente cargado de deseo, los dos sabían que no podían detenerse allí. Entre miradas cómplices y susurros entrecortados, decidieron ir más allá. El segundo paso ya no era solo un acuerdo; era una entrega mutua que superaba cualquier trato inicial, llevando la situación a un nuevo nivel de pasión.
Era una noche de chicos, típica y tranquila, en la que el juego de cartas llenaba el ambiente de risas y bromas. Sin embargo, la normalidad se interrumpió con la llegada del hermanastro, quien entró acompañado de su atractiva novia morena. Aunque tus amigos la miraban con interés, ella solo tenía ojos para ti. Intentabas no pensar en la situación, consciente de que ella era la pareja de tu hermano, pero la química entre ustedes era innegable.
Una vez que quedaron a solas, la tensión se volvió palpable y todo se tornó confuso. Lo que comenzó como un simple coqueteo se transformó en algo más, llevándolos a perderse en el momento. Las emociones se dispararon y, en un arrebato de pasión, ambos se entregaron al deseo, disfrutando de una conexión inesperada que desbordó los límites de lo correcto. La situación se volvió peligrosa, y ambos eran conscientes de que no había vuelta atrás.
De repente, tu hermanastro y tus amigos entraron en el lugar, quedando sorprendidos al encontrar la escena que se estaba desarrollando. La decepción en el rostro de tu hermano se mezclaba con la sorpresa y excitación de tus amigos, mientras la novia, con una mirada atrevida, parecía querer repetir la experiencia. Te miró intensamente, dejando en claro que esto era solo el principio de algo prohibido y emocionante que podría volver a suceder.
La famosa Negra Petróleo, conocida por su carácter fuerte en el Callao, decidió llamar a su amiga para que evaluara a los pretendientes que querían salir con ella. Sin embargo, para la Negra, las citas no eran solo una mera formalidad; tenía la tarea de examinar a los hombres y verificar si eran aptos en lo que realmente importaba: el tamaño de su miembro. Después de algunas malas experiencias con candidatos que no cumplían con sus expectativas, sabía que era esencial hacer una buena selección.
Un grupo de hombres llegó a la casa, cada uno con distintas características físicas, desde el que tenía el pene más pequeño hasta el que estaba muy bien dotado. La Negra Petróleo observó cada presentación con atención, sintiéndose intrigada por algunos de ellos, especialmente por uno que la dejó impresionada. Al evaluar a los pretendientes, la Negra se dio cuenta de que su amiga merecía lo mejor, alguien que pudiera satisfacerla y llenarla de placer.
Finalmente, tras un exhaustivo proceso de selección, la Negra Petróleo encontró al candidato ideal: un hombre cuya generosidad no solo la sorprendió, sino que también la dejó ansiosa por hacerle un lugar en la vida de su amiga. Con una sonrisa de satisfacción, supo que había encontrado la mejor opción, asegurando que su amiga experimentara momentos de éxtasis que nunca olvidaría. La amistad y la lealtad de la Negra Petróleo brillaron una vez más al ayudar a su amiga a encontrar a alguien que realmente la hiciera feliz.
La guapísima Anet Centeno de cuerpo esbelto y fitness, regresa de correr diariamente, pero siente contracturadas algunas partes de su hermoso cuerpo, por lo que decide llamar a una clínica masajista para que le envíen a alguien y así poder ayudarla con esa tención, mientras espera al masajista, ella decide darse una ducha de agua caliente y relajarse tocándose esa linda vagina rosada que lleva dedeandose de manera mas rapida, mientras se ducha, pensando que la follan.
Una vez el masajista llegó a casa, le pregunta qué parte del cuerpo le duele, ella sutil y coquetamente le indica en qué parte siente tensión. Haciéndolo tocar su delicado y femenino cuello, mismo que el hombre comenzó a masajear hasta hacerla sentir caliente.
Proceden a ir al cuarto y siguen con algunos estiramientos. Ella, una vez acostada en la cama, y él, con aceite en las manos, procede a recorrer todo el escultural cuerpo de la sensual dama, totalmente desnuda. El atrevido masajista acaricia casualmente la initimidad de Anet, ella sin oponerse, sigue disfrutando del masaje íntimo. La sexy mujer se excitó al punto de tocar al masajista y pedirle darle una mamada, y terminará siendo follada como toda una putita, relajándola mucho más de pies a cabeza .
Un muchacho caminaba por un parque en Colombia, cuando notó a una chica hermosa que paseaba con tranquilidad. Intrigado por su belleza, decidió dar una vuelta por el parque para cruzarse con ella. Al acercarse, le sonrió y le comentó lo hermosa que le parecía, preguntándole a qué se dedicaba. Ella, con una sonrisa amable, mencionó que tenía pareja y que solo había salido del trabajo para tomar un poco de aire fresco.
A pesar de la mención de su pareja, el joven no se desanimó y le propuso ir a comer algo o quizás disfrutar de un helado juntos. Ella, sin mostrar incomodidad, aceptó la invitación, y ambos se encaminaron a una pequeña heladería cercana. La conversación fluía con naturalidad, y la conexión entre ambos se hizo evidente. Al finalizar el paseo, el joven la invitó a su departamento para continuar la charla en un ambiente más tranquilo.
Una vez en el departamento, la atmósfera cambió. Estar a solas generó una creciente tensión entre ellos. Las palabras se hicieron más escasas, mientras las miradas y los gestos se volvían más significativos. Finalmente, la atracción fue inevitable, y lo que comenzó como un encuentro casual terminó en apasionados besos que fueron escalando a caricias atrevidas, un delicioso sexo oral y el coito más rico que tuvo la colombiana en su vida.
Reynell, un joven atlético de 24 años, decidió ir a almorzar a su restaurante chifa favorito después de una intensa sesión de entrenamiento. Al llegar, fue atendido por una camarera nueva que no había visto antes. Ella, de cabello castaño, piel pálida y unas curvas que resaltaban bajo su uniforme, le sonrió y llamó su atención de inmediato. Desde el primer intercambio de miradas, ambos sintieron una química notable. Mientras ella le tomaba la orden, las miradas se prolongaban un poco más de lo necesario, y pequeñas sonrisas cómplices comenzaban a fluir entre los dos.
A lo largo de la comida, los coqueteos se hicieron más evidentes. Cada vez que la camarera se acercaba a su mesa, le lanzaba pequeñas bromas y comentarios que hacían que Reynell sonriera, y él, sin perder el ritmo, le respondía con un tono seductor. Las miradas se volvían más intensas, y la tensión en el aire era difícil de ignorar. Ella encontraba excusas para acercarse a la mesa, mientras él disfrutaba cada segundo de esa inesperada complicidad. Los platos vacíos se acumulaban, pero la conversación silenciosa entre ellos seguía creciendo.
Al terminar su comida, Reynell, con un brillo en los ojos, decidió ir un paso más allá. Mirando fijamente a la camarera, con una sonrisa traviesa, le hizo una propuesta directa pero juguetona. La invitó a su departamento, insinuando que ahí podría darle una propina mucho más interesante que la habitual. Ella, sonrojada pero claramente intrigada, aceptó la invitación con una sonrisa cómplice. Sin palabras de más, ambos sabían que lo que había comenzado como una simple comida en un chifa terminaría con algo mucho más apasionado y fuera del menú.
Una mañana, María despertó con el cuerpo ardiendo y una ligera fiebre que hacía que su piel se sintiera aún más sensible al roce de las sábanas. Su esposo, preocupado, la miró desde fuera de la cama antes de tomar su teléfono y llamar al doctor. "Vendrá en unos minutos", le dijo suavemente mientras le acariciaba la frente. Él tenía que irse al trabajo, así que tras asegurarse de que todo estuviera en orden, salió de casa dejando a María sola, esperando al médico.
El doctor llegó poco después, un hombre de manos firmes y mirada penetrante. Revisó a María con la precisión de un profesional, pero en el aire flotaba una sutil fragancia de deseo. Cada vez que sus manos rozaban la piel cálida de ella, parecía que el aire a su alrededor se volvía más denso. Él notaba cómo su respiración se aceleraba ligeramente, y aunque intentaba mantenerse en su papel, la intimidad del momento los envolvía. Ninguno de los dos decía una palabra, pero sus miradas intercambiaban algo más profundo.
Al quedarse completamente a solas, la tensión que había crecido entre ellos se hizo incontenible. El doctor, acercándose lentamente, sintió el impulso de tocar su rostro, y María, con los ojos entreabiertos, no se resistió. Sus labios se encontraron en un beso inesperado, cargado de deseo y prohibición. Fue un momento breve, pero intenso, como si el calor de la fiebre hubiera encendido algo más profundo entre ambos.
Un vecino fanático al sexo, se entera que llegó una hermosa Rusa de culo blanco y pezones rosados a uno de los departamentos de edificio donde él vive, no se aguanta las ganas y logra meterse al departamento de la inocente rusa que se encontraba acostada. El vecino logra verla, pero no se percata que hay una cámara de seguridad grabando todo. Aquel fetichista sin importarle que lo graben entro a la habitación de la rusa.
Viéndola con poca ropa, el hombre no se aguanta las ganas de meterle toda la polla a ese coño rosadito que tiene su nueva vecina ,la empieza a tocar sus delicados pies y va subiendo por las piernas hasta llegar al culo, tambien logra chuparle la vagina mientras poco a poco, la rusa empieza a sentir las caricias de su vicino y se pone de pie nerviosa, el decide jugar un poco tapandole los labios y empezando a sacarse la polla para que ella empieze a chuparsela.
La atractiva rusa comenzo a calentarse cada vez más y no dudó en subirse al hombre metiendóse ella misma la erección y terminar cabalgándolo poniendo a rebotar su lindo par de tetas. Incluso de espaldas mostrando su lindo par de pálidas nalgas.
Una profesora muy sexy y cachonda queda en dar clases particulares en su casa a un alumno poco hábil para los idiomas, este llega puntual para aprender más del curso del cual se encuentra muy bajo en notas, la profesora le enseña muy concentrada, pero nota que el muchacho no capta nada, así que decide provocar otro método para captar su atención y le dice que espere en la sala.
Ella va su cuarto y decide ponerse un baby doll muy sugerente y así enseñarle cositas al joven, este la ve y se sorprende, pero también parece más concentrado en la sexy profesora, y empieza a enseñarle las partes de su cuerpo e indicarle como se llaman.
La profe se calienta tanto que decide darle una mamada al muchacho como premio por su buen desarrollo en la materia, las cosas fluirán hasta terminar ambos desnudos y cogiendo en el sofá
Alice Fernández, una española de enormes y jugosas tetas, es pillada por uno de sus fans en un hotel para realizarle unas preguntas sobre su carrera como modelo, ella acepta gustosamente, haciéndole pasar a su habitación con mucha confianza, él al entrar empieza a verla cambiarse, ya que ella no tiene vergüenza alguna, por el hecho que él la vio desnuda en la mayoría de sus videos ella al desvestirse poco a poco empezó a calentarse.
No era para menos, porque la española estaba buenísima, con un par de pezones perforados que captaban toda la atención de quien le hablaba, además de gozar de un perfecto culo redondo, la hermosa Alice gozaba de unas piernas muy bien contorneadas.
Al culminar la entrevista con Alice, el sujeto le propone tener sexo, diciéndole que nunca tendrá un mejor polvo con alguien, cuál ella le reclama creyendo que solo iba a ser una entrevista, cuál él le prometeré que le dará el mejor polvo de su vida. Ella gustosa acepta y terminan cogiendo de lo más rico en la habitación, Alice le pone las tremendas tetas en la cara y le da una rica mamada de polla sin atorarse, porque la linda Alice hace garganta profunda.
Vas a la casa de tu hermanastro, y mientras él se va a trabajar, su novia, una morena latina con un culo enorme, empieza a provocarte. Aunque al principio te resistes por respeto a tu hermanastro, la tentación es demasiado fuerte cuando ella prácticamente te pone su culo en la cara. Lo que habías imaginado en tus fantasías más sucias comienza a hacerse realidad.
Aprovechando que están solos y que él tardará en volver, te dejas llevar por el coqueteo y sacas tu verga, sorprendiéndola. La terminas follando duro en la cama de tu hermanastro, sin poder resistir más. Después de descargar toda tu leche en su culo, ella te confiesa que la coges mejor que él.
Ahora la pregunta es si tu hermanastro se uniría a la situación para hacerlo entre los tres. La tensión queda en el aire, esperando a ver cómo terminará todo.
Reynell, un hombre atlético de piel morena, estaba en su sala haciendo ejercicios con intensidad. Las gotas de sudor caían por su rostro mientras levantaba pesas y hacía flexiones, esperando la llegada de la plomera que venía a reparar las tuberías de su lavamanos. El ambiente estaba tranquilo, y la música en su reproductor acompañaba su rutina, pero algo en el aire le hacía presentir que la tarde sería diferente.
Al sonar el timbre, Reynell se acercó a la puerta, y al abrirla se encontró con una mujer deslumbrante. Era una pelirroja de ojos brillantes, con un aire de confianza que lo dejó boquiabierto por unos segundos. "Hola, vengo a revisar el problema de las tuberías", dijo ella con una sonrisa encantadora. Mientras ella se dirigía al baño, él volvió a su rutina de ejercicios, aunque con la mente distraída. Terminó su entrenamiento y decidió tomar una ducha rápida para refrescarse.
Al salir de la ducha, envuelto solo en una toalla alrededor de su cintura, se encontró nuevamente con la plomera, quien estaba ajustando las últimas piezas del lavamanos. Los dos intercambiaron una mirada que lo decía todo, el aire entre ellos se volvía cada vez más denso. Reynell se acercó lentamente, y sin mediar palabra, la tensión finalmente estalló en un beso apasionado que encendió la chispa que había estado creciendo desde que ella cruzó la puerta.